Un poco escondido pero accesible e indicado desde la carretera de Graugès a Casserres encontramos el restaurante Cal Garretà. Cal Garretà es un pequeño restaurante muy tranquilo de cocina casera catalana. El restaurante dispone de un salón no demasiado grande però donde se pueden ubicar grupos grandes.
También dispone de una terraza donde comer cuando hace buen tiempo o donde tomar café, també dispone de un pequeño espacio de hierba donde los niños se pueden relajarse jugando a pelota. Además se ubica justo al lado de l'estany de Gragués en el cual se puede dar un paseo muy agradable después de la comida.
Respecto a la comida yo salí muy satisfecha. Pude comer una sopa con albóndigas que estaba riquísima y muy consistente y de segundo unos canelones de setas que estaban deliciosos, mis acompañantes se deleitaron con canelones de bacalao, ensaladas muy completas, las famosas patatas enmascaradas (en la foto) o unas judias (fesolets) que estaban riquísimas. Respecto a los postres nada que destacar, aunque las raciones eran generosas. El precio muy asequible, para ser festivo pagamos unos 18 Euros más o menos, por adulto. Desconozco si hacen menús diarios, pero si había menú en día festivo seguro que también hay en día laborable.Me atrevo a recomendarolos por las raciones generosas, por la elaboración, por el servicio y el precio y también por el entorno.
