jueves, 14 de noviembre de 2013

EL VALLE DE NURIA

A Núria le debo mi amor por la montaña. Desde aquí empece, hace ya unos cuantos años, mi primera travesía. Salió de Nuria y acabó en Thués, ya en Francia, después de hacer noche en el refugio de Ras de Carançá y de atravesar el bonito desfiladero del mismo nombre. Desde entonces subí a Núria unas cuantas veces más y desde allí hice algunas excursiones y travesías, Nuria-Planoles, Queralbs-Nuria por el camino viejo, Núria-Queralbs por el camino de los ingenieros y Coma de Vaca, la subida al Puigmal, en fin lo típico.
Hacía ya algunos años que no subía y me apetecía hacerlo con la familia al completo, aunque fuera en plan dominguero y haciendo las típicas turistadas. Hace unos días pasamos allí un sábado, subimos en el cremallera desde Queralbs, pasamos la mañana en la explamada del Santuario, subimos a las barquitas y dimos un paseito por el lago, subimos en el telecabina hasta el albergue donde tomamos unos bocadillos, dimos una vuelta y ya a primera hora de la tarde cogimos el cremallera de vuelta a Queralbs.
Núria es un rincón precioso del Pirineo, la primera vista que uno tiene nada más salir del túnel una vez el cremallera se acerca a la estación es impresionante. Parece mentira que después de subir entre montañas estrechas uno se pueda encontrar con semejante paisaje abierto. Es un lugar que merece la pena para todo aquel que ame la montaña ya que desde allí se puede disfrutar plenamente de ella. También es cierto que suele haber mucha gente, cosa que incluso me parece extraña porque subir en cremallera es tremendamente caro, pero si no nos gustan las multitudes solo tenemos que coger un sendero y adentrarnos en una excursión o iniciar una ascensión enseguida nos daremos cuenta de que la mayoría se quedan en la explanada. 
El paseito en barca

El Santuario de Núria

Rincón del camino viejo de subida a Nuria desde Queralbs.