sábado, 17 de enero de 2015

MI CONSCIENCIA MI RELIGIÓN

Soy cristiana porque estoy bautizada eso es un hecho que no puedo cambiar. Lo haría pero se que la iglesia no lo pone fácil en estos casos, si fuera así me atrevo a afirmar que la lista de cristianos se vería bastante mermada. En cambio ni practico ni predico ni la religión católica ni ninguna otra. Mi única religión es mi consciencia.
Los preceptos de mi consciencia son sencillos: respeta y hazte respetar, se tolerante, escucha y conoce antes de juzgar, no quieras para los demás lo que no deseas para ti y práctica la empatía.
Mi filosofia suele facilitarme bastante las cosas en mi convivencia con los demás. No me preocupa demasiado el que diran ya que mis actos, sobretodos los importantes, estan precedidos de una seria reflexión en la que tengo muy en cuenta que tendré que vivir con sus consecuencias. En ocasiones mi decisiones me afectan estrictamente a mi en otras afectan también a otras personas, en este segundo caso no siempre se puede contentar a todo el mundo pues debe haber tantas filosofias de vida como personas en el planeta así que solo puedo esperar que mis acciones esten acorde con mi consciencia y que las consecuencias de estas me dejen vivir en paz.
Una de las razones por las cuales ni practico ni predico religión alguna es porque en la mayoria de ellas, y sobretodo en la cristiana, que es la que conozco, hay preceptos que ni quiero ni puedo compartir.
No estoy en contra y respeto profundamente a aquellos que profesan alguna religión a lo que no estoy dispuesta es a que me impongan su forma de vida. Un claro ejemplo son las manifestaciones provida en contra de leyes como el aborto. Señores de provida una ley que permite el aborto no te esta obligando a abortar sino que te deja la libertad de decidir si hacerlo o no.
La práctica de las diferentes religiones se puede llevar de muchas formas. La mayoria de las personas lo hace de una forma discreta y en la intimidad pero en el momento que hay un sector de la sociedad que eleva la religión a un plano público creo que deben estar dispuestos a que se hagan lecturas desde los diferentes ámbitos de la sociedad y se critiquen aquellos aspectos más controvertidos de cada una de las religiones.
El problema suele darse cuando lo que unos consideran humor o sátira para otros puede ser un insulto.
Lo que ocurrió hace unos días en París se escapa a mi razocinio. Mi mente más bien tolerante no entiende como unas personas pueden quitarle la vida a otras por el hecho de no tener la misma forma de persar o por ofenderles o faltarles al respeto. La visión de alguien tendido en el suelo y otro alguien que le pega un tiro y lo remata me parece una imagen tremendamente increible. Fuera de las películas me cuesta creer que haya personas capaces de hacer eso. Y sin embargo las hay.
Cada vez estoy más convencida que a pesar de tener la capacidad de razonar razonamos más bien poco. Que somos incapaces de negociar, de llegar a acuerdos, de ceder, de vivir sin joder al prójimo.
Matar en nombre de la religión, o del profeta, o de lo que sea, matar es matar y es un acto indigno. Dudo mucho que en los preceptos de cualquier religión diga algo de matar, o de los abusos sexuales o del maltrato, y sin embargo muchos de aquellos que se consideran a si mismos seguidores fervientes de alguna religión no tienen ningún reparo en cometer acciones de esta calaña. ¿Y su conciencia les deja vivir tranquilos? Pues son una gente con suerte. Yo no podría.
¿Cuantos seres humanos han muerto en nombre de la religión a lo largo de la historia de la humanidad? Seria un cálculo imposible. ¿Que hubiera sido de la humanidad si no hubiera existido la religión? Pues no tengo ni idea. Esta claro que necesitamos agarrarnos a algo. En mi caso seguiré haciéndolo a mi consciencia.

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