jueves, 1 de diciembre de 2011

YO SOY UNA EMPLEADA PÚBLICA

Empecé mi relación con la empresa pública allá por finales de los años 90 y unos meses después de acabar la carrera. Mi primera relación fueron un par de becas de colaboración con dos departamentos de la Diputación de Barcelona y después empece a trabajar, primero, como casi todos los que no disponemos de enchufe, supliendo vacaciones y bajas laborales y casi un año después tuve mi primer contrato laboral en una plaza vacante que como no se cubrió con la promoción interna acabé ocupando yo, un año después de estar en el mismo puesto me convertí en interina. Pocos meses después fuimos traspasados a un Consorcio, eso fue en el 2001, estuvimos dos años hasta que se convocaron las oposiciones que tuve que aprovar sí o sí porque mi plaza salia a concurso, los que no aprovaron se fueron a la calle, fueron meses duros y estresantes pero finalmente en diciembre de 2003 firmé un contrato laboral que me convertía en personal laboral fijo, no todos los que trabajamos en la empresa pública somos funcionarios.
Durante este tiempo he desempeñado mi trabajo con el mayor entusiasmo, nunca he cogido una baja laboral con excepción de la baja maternal, nunca he disfrutado ningún permiso aunque he tenido derecho a ellos pero siempre me lo he podido montar para no tener que coger permisos innecesarios que en muchas ocasiones a quien más perjudican es a los propios compañeros, soy puntual y cumplo religiosamente com mi horario laboral, me formo para ser mejor profesional, semi obligaroria es la asistencia de dos cursos de atención al usuario, atiendo al público amablemente aunque a veces a nosotros se nos trate como a una mierda, trabajo de tardes con jornada reducida y reducción de sueldo hasta que mi hija cumpla 6 años, no todos los horarios son de 8 a 15.00, eso es falso muchos empleados públicos trabajan todas las mañanas además de dos tardes y muchos trabajamos sábados y algunos incluso domingos y festivos, y os puedo garantizar que la compensación económica no compensa. Disponemos de ventajas sociales que nos permiten conciliar nuestra vida familiar y laboral, algo que debería ser igual de fácil para todos los trabajadores sin distinción pero en este país preferimos fastidiarnos todos antes de luchar porque todos tengamos las mismas ventajas.
Tengo un sueldo digno para mi categoria, la A2, es decir la correspondiente a diplomados, tengo dos pagas y una paga de asiduidad que no es igual a una paga sino menor y que puede verse mermada según las ausencias que provoque en mi puesto de trabajo. No dispongo de pagas por objetivos ni voy a comisión. Mi sueldo se incrementa muy lentamente y casi siempre hay atrasos pendientes de cobrar. No tengo premios ni por nacimientos de hijos ni por boda ni ningúna otra compensación de esas que suelen darse en la empresa privada.
Soy consciente que dentro del colectivo de los empleados públicos hay verdaderos expertos del escaqueo y personas que no estan preparadas para atender al público, son estos los que hacen que la imagen del empleado público sea tan mala pero creanme no somos todos iguales, yo conozco a muchos que se lo curran y mucho. También hay muchos directivos con demasiados privilegios y demasiado poco trabajo. Y creanme hay mecanismos para luchar contra el fraude laboral, contra las bajas continuadas, contra el absentismo... pero estos mecanismos no se utilizan.
En cambio si se utiliza la mano dura y se nos ataca siempre que vienen maldadas, somos los primeros en recibir y los últimos en recuperarnos cuando llegan las vacas gordas, aún y así la gente se mata por acceder a un lugar de trabajo en los organismos públicos.
Y ahora el Sr. President se descuelga con toda esta lista de ataques a nuestra persona, a los que trabajamos para los demás, a los que hacemos que la burocracia funcione, a los que pringamos y llevamos a cabo las normas que las cabezas pensantes piensan con el culo. Nos hace retroceder en todos los derechos que tanto ha costado conseguir, nos maltrata y nos hace sentir que nuestro trabajo no sirve para nada si puede estar tan mal pagado. No se nos valora.
No teníamos el respeto del ciudadano y ahora tampo tenemos el de los políticos.
¿Ahora que nos queda?
Algunos direis que nos queda el trabajo que no es poco en estos tiempos y tendreís razón pero nos estaran dando bien por el culo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

100 x 100 de acuerdo!!!

(Rosario)

maría dijo...

EStoy totalmente de acuerdo aunque con matices.
Soy hija de funcionario de grupo A es decir mi padre es perdón era esta jubilado inspector de hacienda.
Creo que en el mundo del funcionariado hay de todo y que como en todos los sitios pagan justos por pecadores.
Que hay gente que trabaja y mucho seguro de echo lo he tenido en casa.
Yo he estado contratada por las bibliotecas municipales de mi ciudad y trabajaba los sábados por la mañana tenia un horario infernal mañanas tardes y casi noches ordenando libros.
Pero después de esto dos puntualizaciones:
En la empresa privada de privilegios y premioos de boda y etc... en las que yo he estado nada de nada todo lo contrario yo he dio coja, y enferma y nadie nunca me lo agradecio.
Lo de los sueldazos pues no sé me imagino que para los directivos, cosa que no me parece mal, si ellos dan a ganar dinero a un empresa PRIVADA y lo escribo en maýúsculas y la empresa quiere pagarles de lo suyo gasta no de lo de todos los españoles que es diferente.
Me encantaria que se premiara al funcionario que trabaja pero que se penalizara al que se toca las narices que tb hay mucho.
Y con los tiempos que corren el saber como decía mi madre que los garbanzos pocos pero seguros, creo que hoy en dia no tiene precio.
Un saludo
maría