Cuando viajamos en grupo grande de adultos y niños no es fácil encontrar un restaurante donde nos podamos ubicar todos y además que ofrezca comida apta para todos. Hay niños que se adaptan a todo pero también hay muchos que son de comida poco variada y necesitan que el servicio del restaurante sea flexible a la hora de adaptar platos a público infantil.
El restaurante Betriu de Coll de Nargó nos lo puso muy fácil en este sentido.
Al entrar nos encontramos con el bar y un salón con mesas bastante amplio donde también se puede comer en el caso que el comedor este completo. El comedor, donde nos ubicaron, es un espacio algo más reducido pero cómodo más orientado al servicio de comidas.
El menú era casero y muy asequible, había platos más tradicionales y otros algo más elaborados pero todos estaban riquísimos.
La escudella estuvo espectacular y nos dejaron la fuente encima de la mesa, comimos incluso los que no habíamos pedido y los niños quedaron satisfechos solo con un plato que era muy consistente y estaba sabrosísima. La crema de marisco buenísima y al igual que la escudella muy consistente y todos los primeros estuvieron en la misma linea. Respecto a los segundos predominaban la carne a la brasa con guarnición toda muy bien elaborada.
Los postres todos caseros y riquísimos.
El servicio correctísimo, la señora que nos atendió fue muy empática con los niños y eso cuando se viaja con tantos y que se comportan de una forma tan diferente se agradece muchísimo.
Si pasáis por Coll de Nargó es una muy buena opción para comer, la relación calidad precio es correcta aunque algunos puedan pensar que es un poco caro.
