lunes, 25 de mayo de 2009

CONTRADICCIONES

Si hay una cosa en este mundo que me encanta es viajar. No hay nada como conocer sitios nuevos, nuevos paisajes, diferentes culturas y formas de vida, historia, arquitectura, gastronomía... creo que viajar hace a las personas más tolerantes y les abre la mente. Siempre me he arrepentido de no haberlo hecho mientras era más joven creo que hubiera hecho de mi una persona más independiente y segura, hubiese aprendido idiomas y hubiese tenido muchos recuerdos además de algun que otro amigo o amiga. Pero mis circunstancias fueron las que fueron y mi carácter también así que empece a viajar bastante tarde, cuando pude costearmelo y cuando encontre un compañero de viajes.
El problema es que hay un momento en el proceso de un viaje que lo paso fatal. Me encanta organizarlos, disfruto mucho mientras los estoy viviendo y me encanta recordarlos. Pero siempre me ocurre que una semana antes de viajar se me pone un nudo en estómago, es una sensación muy extraña y difícil de explicar porque si se va a hacer algo que se desea como es que uno siente una especie de añoranza hacia lo que se va a dejar en casa, total si en una semana estamos de vuelta. íue complicada es la raza humana y a veces cuando daño nos hace ser racionales.
Ahora me encuentro un poco en esa fase pre-viaje. He de hacer los preparativos y la verdad se me hace cuesta arriba así que lo voy dejando todo para los dos últimos día y luego me estreso más si cabe pensando en si me dejaré algo. Resulta difícil de creer que lo que una más desee en el momento de marcharse es volver.
A veces pienso que me gustaria tener un trabajo en el que se viajase y se tuviese mucha relación con personas diferentes, se conociese gente y se disfrutase de situaciones diferentes pero la verdad es que lo que siempre he perseguido es lo que he conseguido, un trabajo estable. Así que si tengo lo que he buscado, como es que a veces me gustaría tener una cosa diferente... en fin creo que estoy de psicologo.

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