Ayer me comentó una compañera de trabajo que Isabel San Sebastián dijó en TeleMadrid que a los niños catalanes si en el cole piden pipí en castellano no les hacen caso.
Me dió la risa.
Que forma de meter cizaña. ¿No se dan cuenta que con todos esos comentarios fomentan la intolerancia y el odio hacia los catalanes? ¿ No se dan cuenta que hay mucha gente fuera de Cataluña que nunca visitará Cataluña y que se cree toda esta sarta de mentiras e insultos?
Todas estos periodistas licenciados y por tantos cultivados culturalmente a veces parecen tener muy pocas luces.
Nací, crecí y vivo en Cataluña. Soy castellano hablante porque así me educaron mis padres. Hablo en castellano a mi hija porque es mi lengua materna y me parece antinatural hablarle de otra manera. Aprendí el catalán en el cole y a lo largo de mi vida lo fuí perfeccionando hasta hablarlo, leerlo y escribirlo perfectamente. Mi hija también lo hará. No tengo ningún problema en dirigirme a las personas en castellano o catalán. El poder hablar dos lenguas me parece una riqueza cultural que nada tiene que ver con la política. Trabajo de cara al público y en todos estos años solo me he encontrado con una persona que tiene problemas con el uso del castellano, y trato con muchas personas a lo largo del día. Creo que para opinar sobre la educación en Cataluña o cualquier otra cosa se ha de conocer nuestra realidad y vivirla no arrojar comentarios sin pensar a través de un medio de comunicación que miran miles de personas, muchas de estas personas se creeran lo que estan oyendo y no se molestaran en comprobar si esto es verdad o no, lo que provoca que cuando los catalanes viajamos fuera de nuestra comunidad a veces podamos sentirnos “agredidos”.
Soy catalana, pero igual que un extremeño se puede sentir extremeño, o un andaluz, o un canario, sin extremos, sin patriotismo, sin fanatismos, soy catalana porque nací en Cataluña pero también me siento española porque mi familia vino de fuera y es aquí donde han vivido y crecido. Ni puedo ni quiero renegar de Cataluña. Ni puedo ni quiero renegar de España. Pero si reniego y aborrezco a todas estas personas que se dedican, día sí día también, a fomentar odios y xenofobias con sus comentarios. Comentarios hirientes y falsos sobre situaciones que yo en mi día a día no vivo. Y no digo que no existan fanáticos catalanes, los hay, como también hay fanáticos españoles. Pero me atrevo a decir que no son para nada la población en general.
Me dió la risa.
Que forma de meter cizaña. ¿No se dan cuenta que con todos esos comentarios fomentan la intolerancia y el odio hacia los catalanes? ¿ No se dan cuenta que hay mucha gente fuera de Cataluña que nunca visitará Cataluña y que se cree toda esta sarta de mentiras e insultos?
Todas estos periodistas licenciados y por tantos cultivados culturalmente a veces parecen tener muy pocas luces.
Nací, crecí y vivo en Cataluña. Soy castellano hablante porque así me educaron mis padres. Hablo en castellano a mi hija porque es mi lengua materna y me parece antinatural hablarle de otra manera. Aprendí el catalán en el cole y a lo largo de mi vida lo fuí perfeccionando hasta hablarlo, leerlo y escribirlo perfectamente. Mi hija también lo hará. No tengo ningún problema en dirigirme a las personas en castellano o catalán. El poder hablar dos lenguas me parece una riqueza cultural que nada tiene que ver con la política. Trabajo de cara al público y en todos estos años solo me he encontrado con una persona que tiene problemas con el uso del castellano, y trato con muchas personas a lo largo del día. Creo que para opinar sobre la educación en Cataluña o cualquier otra cosa se ha de conocer nuestra realidad y vivirla no arrojar comentarios sin pensar a través de un medio de comunicación que miran miles de personas, muchas de estas personas se creeran lo que estan oyendo y no se molestaran en comprobar si esto es verdad o no, lo que provoca que cuando los catalanes viajamos fuera de nuestra comunidad a veces podamos sentirnos “agredidos”.
Soy catalana, pero igual que un extremeño se puede sentir extremeño, o un andaluz, o un canario, sin extremos, sin patriotismo, sin fanatismos, soy catalana porque nací en Cataluña pero también me siento española porque mi familia vino de fuera y es aquí donde han vivido y crecido. Ni puedo ni quiero renegar de Cataluña. Ni puedo ni quiero renegar de España. Pero si reniego y aborrezco a todas estas personas que se dedican, día sí día también, a fomentar odios y xenofobias con sus comentarios. Comentarios hirientes y falsos sobre situaciones que yo en mi día a día no vivo. Y no digo que no existan fanáticos catalanes, los hay, como también hay fanáticos españoles. Pero me atrevo a decir que no son para nada la población en general.
1 comentario:
Hola Isabel,
Cuanta razón tienes en esta entrada.
Yo soy murciana nací y vivo aquí, pero te puedo asegurar que aborrezco a la gente que siempre malmete con el tema cataluña.
Como tu bien dices, cuanta riqueza cultural es el hablar 2 lenguas, ya me gustaría a mi que mi comunidad tuviera esa riqueza y no la cultura de meterse con otras comunidades, por la ideología política.
De todas formas ¿que podemos esperar de Isabel San Sebastián? puagggggg, pués crutrez porque ella es una cutre.
Besos
Juani
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