Podría ser un reclamo el que sea del mismo guionista que El diablo se viste de Prada, de hecho en el cartel de la película es un dato destacado pero creedme no le llega ni a la suela del zapato. Estamos ante una pelicula sencilla y sin pretensiones, la típica comedia romántica a tres bandas en la que al final triunfa el amor así que, bueno para pasar el rato, a no se que seais de esos que como yo disfrutan con las comedias románticas aunque sean totalmente previsibles desde la primera escena. Eso sí, si el galan es James Marsden pues encima se puede uno regalar la vista porque ver al cíclope de X-Men sin gafas en todo un regalo para la vista. Pero de todas formas si lo la veis tampoco os perdeis nada, porque como esta las hay como churros.
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