PRIME TIME

Ya he comentado alguna vez que me gusta mirar la tele, sobre todo las series.

Pues de un tiempo a esta parte estoy empezando a dejar de hacerlo. Ese placentero ratito después de cenar sentada en el sofá y mirando la tele empieza a ser historia. Algunos pensareis que tiene que ver con ser mamá y tener que atender a Leire, no os diré que no. Me encanta estar con ella un ratito antes de ir a dormir, pero con la tele de fondo aún puedo intuir algo de la serie de turno. Pero claro desde que los lumbreras programadores decidieron cambiar la hora punta de las 10.00 a les 11.00 pues he tenido que ir seleccionando lo que ha llevado a que me haya ido desenganchando de algunas series y que otras directamente las bajemos de Internet y las vemos cuando Leire hace la siesta.

Y yo me pregunto como es que aún se mantienen las audiencias? yo soy incapaz de estar hasta pasados las 12.00 y la 1.00 para ver una serie, perder horas de sueño y estar hecha polvo al día siguiente no me vale la pena.

Lo peor es que me consta que hay niños que siguen series que acaban a las tantas, como pueden rendir luego en el colegio?

Y eso de programar películas infantiles y familiares, incluso de dibujos animados, por la noche? Donde quedaron aquellas tardes de sábado delante de la tele comiendo palomitas? Pues la verdad no se, la sociedad es verdad que cambia pero aquello que por lógica esta bien debería ser inmutable.